RHINO "Breed the Chosen One" Odio Sonoro 2007

Asistí a un concierto de los Rhino antes de escuchar su disco, que todavía no se había editado y salí de aquella pequeña sala con el eco retumbándome en mis oídos de esos rifs simples, pausados y largos, pero contundentes y pesados que emanaban con una fuerza tremenda de una guitarra Gibson.  La banda bilbaina es pura potencia. Estos tres tíos tocan con muchas ganas y con rabia. Y el disco no defrauda, no pierde la esencia que descubrí en directo y sin duda alguna, es una banda que en el escenario se crece, son muy grandes. Cada vez que oyes el disco es un nuevo concierto y mejor que el anterior. Es un disco que deja ganas de volver a escucharlo. Eso me gusta.

   La caja que contiene el disco está muy bien trabajada y cuidada. La portada te indica qué tipo de música vas a tener: temas oscuros, en donde el macho cabrío y todo el mundo que le rodea es el guía que tendremos en este viaje al averno. 

 Name the Horn Bearer la primera en la frente y carta de presentación, una bomba. Standing Ram y Chosen temas que son emblema del sonido Rhino, largos y con cambios de ritmo exquisitos y bien medidos. El bajo te golpea de tal forma que no te lo quitas de la cabeza. En Loaded with thunder y Exposed to the rotten sun los Rhino se aceleran y se emborrachan de música. La voz es más desgarrada que nunca, pero para que descanses te regalan, a medio camino Descenso, tema instrumental que te hace coger aire y respirar hondo para poder continuar. Probablemente Temple sea el tema más típico: guitarra pegadiza y estribillo fácil. Pero con Scorn, vuelven a la carga y el sonido va fluyendo poco a poco y termina por apagarse. Para acabar Goat Behind The Gates que es mortal de necesidad y donde cada nota se te va clavando como punzones dentro de ti, se agarra y se repite una y otra vez.  

 Los Rhino pueden mirar a los ojos y a la misma altura a cualquier banda anglosajona de metal. Esta banda tiene que llegar muy alto.

 

Formación: Julen ("batera"),  Sergio (bajo) y Javi (guitarra)

 

El Replicante